¿QUÉ Y QUIÉNES HUMILLAN?
- Christian Eulerich

- 11 sept
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov
Antes de empezar les comparto que soy un empresario, industrial, y después de años lidiando con modelos que no funcionan, estoy cansado. Cansado de mercados, estados y gobiernos establecidos que hace tiempo dejaron de garantizar la dignidad humana. ¿Estamos dispuestos a revisar nuestras ideologías, prácticas económicas y organizacionales asociadas a este fenómeno? En este blog visibilizo asuntos que hoy comprendo distinto; siempre existieron, pero mis privilegios los distorsionaban.

Hace décadas que el management busca que la Economía humille menos al ser humano. Intenta por todos los medios resignificar la dignidad en las organizaciones, en las sociedades del mundo. Sin embargo, parece que no lo consigue. Luego, alguien dentro del mismo sistema humilla y todos lo juzgan. Me pregunto, ¿la humillación como un acto individual, solitario, flotante en el aire ?, o el que humilla es también resultado de contextos y modelos humillantes.
Ingeniero Eulerich, ¿acaso nacemos humilladores, victimarios?
Creer que hay quienes humillan y quienes no, ¿sería seguir desconociendo el funcionamiento humano? La biología hoy nos enrostra suficiente, como para empezar a hacernos cargo de lo que nos toca con las humillaciones y de lo que es realmente aleatorio en este mundo. Lo mismo nos muestran la psicología, al explorar cómo operan la vergüenza y el poder; la sociología, al visibilizar cómo las humillaciones se reproducen en estructuras y jerarquías; la antropología, al rastrear cómo distintas culturas han normalizado o resistido la humillación; y la neurociencia, al evidenciar lo que ocurre en nuestro cerebro cuando alguien es degradado o ridiculizado.
Hoy me pregunto ¿qué sabemos de declarar abusos y dolores ajenos (humillación) como parte de nuestro cotidiano, nuestro sustento, nuestra profesión, nuestro vivir?
Quienes estamos en activos en la Economía podríamos preguntarnos, si tal vez existimos como otra estructura que humilla desde sus confines. Tantos enunciados economicistas, incluso democráticos lo validan, y nuestra comprensión «parcial» –cuando acusamos a algunos de humillar– reduce el desastre a meros ejecutores y acusados de humillar.
¿Por qué funcionamos así?
La Economía, el management con sus buenas prácticas, los mercados, las universidades, han aprendido a visibilizar este fenómeno de una forma tan rebuscadamente elocuente, que ya es imposible retarla; contiene al progreso, la generación de empleos, la innovación, el cuidado del medioambiente, aún con una enorme desazón al respecto, pero eso, ya es harina de otro costal; tal vez algo de los que humillan...

No hay una sola manera de degradar.
Hay muchas formas de humillar y vos lo sabes.
Sí, Máximo, yo humillaba explícitamente, pero también lo hacía disfrazado de modelos de eficiencia, protocolos, resiliencia, meritocracia, liderazgos. Lo más extraño es que, en este sentido la Economía es una ciencia social, aún así desconoce buenamente que lo humano no funciona desde la obediencia, el control o la capacidad de algunos. Lo pasa por alto.
Me viene una frase que escuche alguna vez: Lo fenómenos sociales como un error, un irresponsabilidad, un llegada tardía son anónimos; no hay un sujeto previo al discurso, a la humillación, al acto que nos molesta.
Todos somos resultado de discursos, plataformas, modelos anteriores.
Ingeniero Christian, no te enojes, pero cómo puedo saber en qué creer. Lo tuyo es bastante raro de leer y encontré información que desmiente lo que decís.
Máximo, esto ya me lo dijiste antes. Siempre habrán encuestas, papers, premios, relatos para lo que vos prefieras creer de este mundo, de vos mismo. Además, no se trata que tenga la verdad, sino que podamos conversar verdades donde todos quepamos. Algo que funcione y emprendamos juntos. Eso busco.
Creo que re-entender la Economía como un sistema vivo es recuperar su dimensión humana, social y profundamente relacional.
Christian Eulerich
PD: Esta es solo mi opinión. Hay temas que, al conversarlos, movilizan nuestras ideologías y nuestras creencias de vida más profundas. Por eso, mis escritos están asociados a la dificultad de plantear lo incómodo de la economía en el contexto de mi entorno socioeconómico. Encontrar personas dispuestas a abordar estos temas no es sencillo. Aquí un 🔗 enlace para registrarte y recibir avisos sobre próximos posteos. Valoro que me hayas leído.



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