TUVE QUE HACERME DE NUEVO CON 45 AÑOS
- Christian Eulerich

- 12 nov 2024
- 11 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov
Antes de empezar les comparto que soy un empresario, industrial, y después de años lidiando con modelos que no funcionan, estoy cansado. Cansado de mercados, estados y gobiernos establecidos que hace tiempo dejaron de garantizar la dignidad humana. ¿Estamos dispuestos a revisar nuestras ideologías, prácticas económicas y organizacionales asociadas a este fenómeno? En este blog visibilizo asuntos que hoy comprendo distinto; siempre existieron, pero mis privilegios los distorsionaban.

Harán unos 10 años que empecé a preguntarme sobre lo que me inculcaron durante 45 años de mi vida. Tengo 53 y estoy sorprendido del funcionamiento de la Economía; las empresas dentro de ella, mis ingenuas reuniones gerenciales o aquellos desayunos de trabajo con empresarios para conversar el futuro económico de Paraguay, pensados siempre desde nuestros mismos lugares en la Economía asociada al Desarrollo Humano.
¿QUÉ ME LLEVÓ A ESTA BUSQUEDA?
Ciertamente todas las organizaciones humanas fallan, pero había sido, este fenómeno no se relaciona necesariamente con la folclórica creencia que dice; errar es humano. Los errores no se producen exclusivamente por eso y descubrirlo –en medio de tantas fallas productivas repetitivas– fue alentador y a la vez desafiante. Puedo asegurarles que, como ingeniero industrial, he probado bastante para reducir los desencuentros productivos y administrativos. También para capacitar, motivar y ser innovadores, sin embargo cuando las cosas pareecen que mejoran, nuevamente nos equivocamos. Y naturalmente me cuentan que errar es humano.
Sinceramente, ya no podía escuchar esa frase. Me dije a mí mismo; si pretendo enfrentar lo que no funciona cerca mío, tal vez deba empezar conmigo mismo, la revisión profunda de la forma de gestión que me mostraron. Mis creencias, lo que no conozco del liderazgo, la planificación estratégica, y principalmente, la conducta humana asociada a estos modelos. Pero, ¿por qué hacerlo, si todas las organizaciones se gestionan de esta forma y les resulta? Esta pregunta me llevó a la siguiente y fue clave; ¿a quiénes le resulta, les funciona estas formas de gestión? Entonces abrí la caja de Pandora organizacional y no la pude cerrar más.
LA RELACIONES HUMANAS SON PRODUCTIVAS
Voy al tuétano; empecé a descubrir, cómo mis privilegios fueron los que permitieron gran parte de mis roles productivos, mis éxitos asociados a esas formas de gestión en la Economía y en nuestra empresa; una industria heredada con 200 almas fundada en 1954. Fueron mis capacidades, naturalmente, pero también mi jerarquía, mi apellido, el lugar donde nací, mi color de piel, mi posibilidad de hablar alemán. Esto es también lo que me permite funcionar como Empresario. Parece ingenuo, pero a la vez no ha sido inocente con quienes estuvieron cerca mío. Hice daño sin darme cuenta, sesgado por mis buenas intenciones, esas que siempre acompañan a la Economía.
Descubrí el lugar que tienen las relaciones (humanas) en la Economía; son constitutivas de la producción, las ventas, el mercado, los objetivos no logrados, las fallas en los demás. Y en todo este mejunje, yo totalmente implicado.
¿Acaso no sabías? Vos te formaste en Berlín. Alemania acaso no es un país moderno. El management todavía no entiende las relaciones como fundamento del trabajo: solo las instrumentaliza, porque no tiene otra forma de verlas. Creo que eso es lo que vos estás descubriendo. Estás insinuando que funcionamos al revés, como seres sociales que primero sentimos, y que es el trabajo el que acompaña el ser de cada uno. Eso no le va a gustar a tus colegas empresarios.
Sinceramente nadie me habló de esto antes, ni en mis seis años en Alemania. No lo sabía y no es de extrañar, pues diferencias en los enunciados de las teorías económicas son mínimas, no importa el país donde te formen. Parece haber solamente una forma (global) de hacerlo y se ha vuelto mandatoria.
No obstante me resisto, porque podemos aproximarnos distinto, empezando por comprender a nuestras organizaciones como lo que también son; espacios sociales funcionando en una red de relaciones y que nunca se detiene.
La oficina –y en ella una reunión de gerentes– ya no como un contenedor, un espacio físico con sillas, un lugar de intercambio de datos y resultados en Power Point. Ahora es un encuentro de personas que se juntan para estar y sentirse bien y también mal, pero pudiendo hablar de ello, sin miedos a represalias.
Ya no encuestas para conocer el sentir de las personas.
Es cierto, las encuestas son hoy una forma habitual de hacernos creer que participamos en decisiones. Pero genera rechazo, porque nosotros queremos participar de otras maneras, más reales y con efectos en las decisiones de la empresa donde trabajamos.
Yo hacía lo mismo, Máximo. Comprender de esta forma hoy mi rol ha complejizado mis funciones, las ha vuelto incómodas, pero a la vez resultaron una oportunidad, porque habilitó posibilidades sin precedentes para la organización, para la productividad, algo que toda mi vida he perseguido como ingeniero, pero al estilo mecánico: a toda acción corresponde una reacción.
Que mal.
Sí. Reitero, el disparador fue dudar de mis ideologías productivas y uno de mis primeros blancos fue la ISO 9001. Un estándar –que en nuestra planta productiva– no estuvo cumpliendo su cometido desde el 2006. Recuerdo los comentarios de los consultores junto a las fallas que repetíamos en producción; «Señor Christian, su industria ciertamente falla, pero están dentro del promedio de 0.8 % a 1,3 %. Errar es humano. Me comentaron que esa frase no le gusta, pero aprendemos gracias a los errores. Por favor, baje su ansiedad, le recomiendo hacer terapia».
NO SOMOS INDIVIDUOS
Mi búsqueda siguió intensamente y a mis 45 años regresé a algo que siempre había llamado mi atención, la psique humana y las ciencias que las estudian. ¿Cómo funcionamos los seres humanos con otros seres humanos y en el empleo? ¿Qué sé del sentido moral que el ser humano busca y los empleos no lo ofrecen? ¿Qué sé de los patrones de conducta que yo mismos promovía para la improductividad que más tarde reclamaba? Estas y otras preguntas empezaron a invadirme.
Don Christian, la clave está en saber preguntar y no en responder como ustedes lo hacen.
Esto me condujo nuevamente a mí, a preguntarme, qué represento realmente para los demás cuando trabajo con ellas y ellos; descubrí algo sin precedentes.
No soy un individuo auto-producido, soy un sujeto socialmente construido. Es decir, no fui el Gerente General de una industria con 200 trabajadores, porque nací y me hice de una forma particular. No soy el mejor ni tampoco me he esforzado más que mis hermanas, mis primas y por eso me lo merecí. Si bien me he despertado muy temprano y he tomado muchas desiciones arriesgadas, mi lugar, mi valentía, y mis logros, tienen que ver con otros elementos que no los tenía en cuenta. Los había naturalizado, incorporado desde niño, como si hubieran sido siempre míos; este es un saber que más adelante se volvió clave para hacer cosas con otros, sin necesidad de modelos y liderazgos. Esto es fascinante.
Les comparto los factores que también determinaron mis primeros 18 años de gestión exitosa y necesitaba reconocerlos, aunque duela.
1. Mí clase social.
2. Mi apellido.
3. Mi aspecto europeo
4. Mis redes de contacto, networking.
5. Mi titulo de ingeniero
6. Mi posibilidad de hablar alemán.
7. Ser el único varón de la familia.
No fue fácil esta parte del proceso, pero valió la pena.
MI CAPITAL ECONÓMICO
En el listado no aparece el capital económico, aunque parezca mentira no es el más importante. Poseer los siete puntos arriba enumerados, habilita casi a cualquiera, creerse dueño absoluto de sus éxitos. Tal vez así nacen los relatos que cuentan, como Steve Jobs, Bill Gates, Warren Buffet empezaron de cero, sin capital y en un garaje. Estos siete elementos superan al dinero como lo esencial y es lo que permite a las personas alcanzar el éxito de formas muy particulares.
Tuve que aceptar que también soy gracias a la acumulación de historias que me antecedieron, internalizadas del pasado y el presente; lo que yo sentía, lo que creía de mí mismo era también resultado de un ejercicio colectivo, surgido de lo que he aprendido con otras y otros sobre mí mismo. Realmente fascinante.
Que complicado me resulta escuchar todo esto, Don Christian. Me imagino para usted, dejar de creer lo que usted creía de si mismo.
Sabías que en la jerga de sociólogos, psicólogos, antropólogos, las personas nos hacemos a travez de los ojos de los demás. Bastante comienza en el hogar, luego continúa en múltiples relaciones, modelos sociales, jerarquías y clases que nos moldean. Nuestro pensamiento se va construyendo y no es natural, sino un campo de posibilidades abierto por la cultura, la educación, las palabras que nos enseñan. Luego vamos eligiendo con quién y dónde conversar. Atención, porque este es un elemento fundamental para nosotros empresarios; con quiénes y dónde conversamos la Economía.
MIS INCOMODIDADES
Lentamente sentía como mi relato de éxito se iba desmoronando; el mito Christian Eulerich ya no me cerraba. Yo era parte delo que no funcionaba a nivel organizacional y a nivel país también. No se imaginan la incomodidad que implica verse igual a los demás en función a lo que molesta, pero a la vez el potencial de cambio que esto genera, les aseguro es indescriptible.
Otra sorpresa en el proceso fue que el piso no es parejo para todos. Esto de que nacemos con las mismas oportunidades y los que no tienen es porque no se lo merecen, no se esfuerzan, son borrachos, no saben ahorrar, tiene muchos hijos. Esta es solo una parte de la respuesta y es una creencia engañosa, pero aún vigente en el mundo. Y puedo dar fe, que para mí fue conveniente para el ejercicio de mis relaciones, cuando hacía negocios, porque esta comprensión me adjudicaba herramientas para funcionar mejor dentro de las lógicas productivas, económicas que conocía. Porque cuando uno cree primero en si mismo como el artífice de su destino, fija un sentido a sus palabras y las palabras de los demás.
Mis desiciones me permitían estar seguro de que hay varias realidades en el mundo y yo controlo las mías. A este fenómeno algunos llaman relativismo ingenuo, algo que tampoco sabía; ingenuamente creemos que la realidad es lo que cada quien decide que es, como si fuera que la realidad viene desde adentro de cada uno.
Christian, acaso que cada uno no puede construir su propia realidad. La realidad es lo que yo pienso de la realidad. Todas las redes socio-digitales hablan de eso, que no me ocupe por lo que pasa afuera, que me preocupe por como yo lo percibo, porque esa es mi realidad. Acaso el coaching no es justamente para eso, para entenderme primero yo, luego a los demás.
¿CUÁL ES LA REALIDAD?
La realidad es una sola, la misma para todos. Lo que ciertamente varía son los lugares desde donde cada uno la mira, la vive, la gestiona y la comprende. Tal vez desde ahí creer que es la de todos, sería la trampa en la mirada personal, en un libro de autoayuda. La ayuda tal vez funciona mejor con otros.
Mis privilegios de ser un industrial importante, por ejemplo, me permitieron crear un punto de vista distinto al de mi competidor más pequeño. Entonces, puedo observar los negocios desde otro nivel (lugar) de la realidad, una que sigue siendo la misma pare mi competidor. Esto fue terriblemente complejo y brutalmente fuerte para el rol que me creía de empresario bueno.
Hoy intento comprender mi realidad desde el lugar que las personas –con perspectiva distintas de la misma realidad– me dan y no lo que yo sé mejor que ellas y ellos. Esta son elementos que derrumbaron mis creencias del liderazgo, pues mi historia acumulada se basaba en los siete elementos, no en lo que yo sabía de los demás.

VALIÓ LA PENA
Procesos como estos llevan generalmente a buscar acompañamiento, investigar y aprender sobre la conducta humana, pues mi rol nunca más fue el mismo; se complejizó y lo que pareció siempre ser fundamento y tranquilidad para mí, ahora me hacía dudar. Ya no se trata de que yo me descubra a mí mismo, comprenda mi lugar en el mundo para luego comprender a los demás, definitivamente no. Más bien se trata de hacerme cargo del lugar que tengo y el poder que esto me confiere, descentrando lo que antes era impensable, porque me enseñaron a ser el centro de las buenas intenciones, un líder.
EL MANAGEMENT ATROFIADO
Sinceramente, lo que aprendemos es parte de una ciencia social totalmente atrofiada, las Ciencias Económicas. Es necesario que nuestras profesiones se salgan de ese «umbral pleno del conocimiento». En otras palabras, alejarnos de las etiquetas, modelos, estándares asociados a verdades absolutas.
Si eres empresario, se trata de permitirte disputar los enunciados de tus teorías, nuestras actividades productivas ahora reconociendo el lugar de las relaciones que producimos cuando administramos el progreso de otros.
Hay posibilidades que nos brindan las ciencias sociales para cambios significativos en la forma de abordar lo que no funciona en la Economía, las Empresa, nuestra Educación, la Democracia, pero es necesario soltar. Cambiar de ideologías no es fácil y vivir sin ellas peor.

TRES MOMENTOS CLAVES
Les comparto tres periodos, no fueron inmediatos, menos consecutivos, pero fueron parte de mi proceso. Para cada persona y para cada organización estos serán muy distintos.
Comprender mi giro, fue situarme en el ejercicio de mi poder, ser consciente de mis beneficios, las relaciones que me constituyen.
Tuve que asumir la responsabilidad del poder conferido, darme cuenta en como configuraba mi realidad a través de las lecturas y formas de relacionamiento que yo producía en la organización, en la planificación estratégica, en todo lo que hacía. La condescendencia hacia mi lugar de dueño, líder y patrón. Reitero, la perspectiva de la realidad desde la mirada de los demás es algo que complejiza bastante el proceso.
Empece a ser consciente, que la lectura de la la realidad económica compartida humaniza el bien colectivo y este incide directa y materialmente en la productividad, la rentabilidad y sustentabilidad de nuestros acuerdos. Todo empezó a cobrar sentido humano y también económico; las personas sentían y se sentían muy lentamente parte importante de los acuerdos. También tuve que pedir disculpas, hacerme cargo de los efectos de mi gestión anterior y las de mis tío y abuelo. Las personas empezaban a tomar una nueva perspectiva de la misma realidad organizacional. Fascinante, incómodo.
Este tipo de intervención es primero un desafío para el dueño, el número uno, la cabeza tenga el rol de Gerente General, CEO o el que sea. Es aprender a duras penas como relacionarse y posicionarse como parte de lo que no funciona; ya no como un juego de oposiciones entre empleados y nosotros propietarios. Es interesante, porque eso que tanto buscamos las empresas como es la humanización del empleo, la salud mental, llega, pero como un efecto posterior, al final, por decantación natural y no al revés, como plantean los modelos enlatados que ofrece el mercado actualmente. Primero se crea el marco de seguridad, espacios de confianza para visibilizar una serie de cuestiones que molestan e interfieren hace tiempo la organización. Esto lleva años de intervenciones psicosociales dentro de la organización.
Me gustaría invitarles a pensarnos distinto. Existen otras posibilidades que pueden desafiar los entendimientos actuales de organizaciones sean circulares, piramidales, rizomáticas. Lo importante creo es pedir ayuda y buscar lo que ningún modelo nos ha dado, nuestra incomodidad en el organigrama.
Vale la pena. Errar definitivamente no es humano, humano es el miedo, la culpa, la vergüenza que produce el sistema en el cual operamos y mientras hacemos economía.
Este proceso es largo, pero se vuelve autónomo con mucho esfuerzo cuando se confía en los demás.
Don Christian, ¿cómo puedo saber en qué creer? Porque lo tuyo es raro y encontré información que desmiente lo que decís.
Máximo, no se trata que yo tenga la verdad, sino que lo actual, supuestamente bueno, no funciona para todos. Este es mi parecer a partir de lo que veo cerca y lejos mío… Tal vez estoy equivocado, confundido, no lo sé.
Christian Eulerich
PD: Esta es solo mi opinión. Hay temas que, al conversarlos, movilizan nuestras ideologías y nuestras creencias de vida más profundas. Por eso, mis escritos están asociados a la dificultad de plantear lo incómodo de la economía en el contexto de mi entorno socioeconómico. Encontrar personas dispuestas a abordar estos temas no es sencillo. Aquí un 🔗 enlace para registrarte y recibir avisos sobre próximos posteos. Valoro que me hayas leído.



Muy bueno y cierto, lo único no concuerdo con lo de la culpa, la verguenza y eso, todas falsas creencias, abrazo!!! Jorge Gonzalez!!